La Iglesia
Los luteranos enseñamos que:
- existe una iglesia invisible, formada por todos y solamente aquellos que creen en Jesucristo como su Salvador;
- esa iglesia es una sola y por el perdón de Dios es santa;
- Jesucristo es cabeza y Señor de la misma y ella durará siempre;
- todos sus miembros gozan de iguales derechos;
- tiene sus miembros dondequiera que se administren los sacramentos y se proclame el evangelio de Cristo (iglesias visibles).
- la verdedera iglesia visible es la que enseña la Palabra de Dios en toda su pureza, sin agregar ni quitar nada, y administra los sacramentos según la institución de Cristo.
- en otras denominaciones, a pesar de los errores doctrinales y sus prácticas, existen verdaderos cristianos, si aún se enseña y cree lo esencial.
- a causa de la innata inclinación del hombre hacia el mal, en la verdadera iglesia visible también hay hipócritas, defensores de falsas doctrinas y de prácticas no cristianas. A pesar de ello, es deber de todo cristiano sincero buscar la iglesia visible que retiene la pura doctrina y la práctica correcta y unirse a ella. Referencias: Juan 18:36; Lucas 17:20, 21; Juan 8:31,32;
1 Corintios 12:13; Efesios 1:22,23; 2:19-22; Mateo 1-6:18; 13:47,48; 22:2-14; 15:9; 2 Corintios 11:18; Romanos 16:17; 2 Tesalonicenses 3:6,14; 2 Corintios 6:14-18.
El luteranismo no esta de acuerdo con los sistemas jerárquicos de gobierno eclesiástico. Sostiene la autonomía de la congregación local, ligada a la palabra de Dios en enseñanza y práctica.
- el pastor debidamente capacitado, llamado y ordenado desempeña el Ministerio Público de la palabra y los sacramentos;
- los laicos, en virtud de su sacerdocio real, toman parte activa en el gobierno y trabajo de la iglesia.
- las congregaciones (iglesias locales) son libres para agruparse en Sínodos, etc., a fin de cooperar entre sí.
- la libertad en cuanto a tradiciones, liturgias y cuestiones externas de culto y organización, debe sujetarse a la voluntad de Dios y al buen orden, para provecho de la iglesia y gloria de Dios.