Quinto Domingo después de Trinidad

Predicación de la Palabra

San Lucas 5.1-11– Congregación Emanuel – Ps. Isaac Machado

TRINIDAD V

“Cuando Dios habla, el hombre escucha”

En el nombre de Jesús. Amén.

            Muchas palabras se han dicho, muchas promesas hemos escuchado de la boca de los hombres; y terminan siendo simples palabras que se las lleva el viento. Pero cuando Dios habla, cosas extraordinarias pasan.

            Jesús inicia su ministerio leyendo la Palabra de Dios: “El Espíritu del Señor esta sobre mi” lo dice luego de que fuera bautizado y tentado en el desierto; “me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, sanar a los quebrantados de corazón, predicar libertad a los cautivos, dar vista a los ciegos, predicar el año agradable del Señor” (Lc 4.18-19) y esto se esta cumpliendo en la persona de Cristo.

            Es por eso, que una gran multitud lo seguía; lo veían como un nuevo profeta. El profeta prometido. Pero, aunque algunos lo seguían por sus enseñanzas, otros lo seguían por sus milagros.

            Los milagros no eran el corazón del ministerio de Jesús; eran parte, solo para llevar a la gente a la fe. Cada milagro tenia un propósito que estaba ligado a la predicación de la Palabra de Dios. Al anuncio del año agradable del Señor. Y el milagro de la pesca milagrosa, no fue para prosperar el negocio de Simón Pedro; sino para que Pedro y sus socios creyeran en Cristo y lo siguieran.

            Jesús predica sobre la bondad y la misericordia de Dios y ve que sus amigos no estaban haciendo lo propio de su vocación… Si eran pescadores deberían de estar pescando; pero tras una mala racha durante la noche; están limpiando sus redes. No estaban haciendo lo que tenían que hacer. Un chef esta en su cocina preparando platos, un medico en el hospital curando gente, un pastor esta predicando, y el pescador debería estar pescando.

            ¿Qué sabe Jesús sobre pescar?; más de lo que nos imaginamos. Pero fíjate como Jesús va a tomar esta situación para mostrar la gloria de Dios. Jesús va a tomar la experiencia de Pedro y la hará añicos con su palabra.

            Jesús no vino a enseñar a pescar a estos hombres, ellos eran profesionales; Jesús vino a predicar el año agradable del Señor. Y lo hace; “Boga mar adentro y lanza tus redes para pescar”; más que unas indicaciones para lo que iba a suceder; Jesús esta mostrándoles lo que será su nuevo ministerio – pero no nos adelantemos todavía.

            “En tu palabra” … solo la fe puede pronunciar y confiar en la palabra de Dios. La palabra de Jesús fue en contra de la experiencia de Pedro, quien había trabajado toda la noche; pero Pedro no duda, sino que confía.

            La palabra de Dios va a cuestionar nuestras propias experiencias, y que bueno que es así, porque el verdadero creyente no se deja llevar por la experiencia sino por lo que dice Dios en su palabra.

            Hoy podemos ver mucha gente que rechaza abiertamente la palabra de Dios, porque ella no va acorde a lo que piensan. Es impensable creer que un ser creo todo de la nada; no… por eso, se invento la teoría de la evolución. Ya no es normal lo que dice la biblia “Hombre y Mujer los creó”, sino que ahora yo puedo decidir mi propia orientación sexual y legalmente cambiarla; tengo que a juro estar de acuerdo o tolerar la semana del orgullo porque si no soy intransigente e intolerante y eso “no esta bien para los ojos del mundo”; pero si esta bien para ellos rechazar a Dios, vandalizar iglesias, burlarse de nuestra fe e incluso atentar contra nosotros por el hecho de ser creyentes.

            Y somos tentados también por el mundo a escuchar estas mentiras que vienen del tentador, el diablo, y creerlas. ¿Cuántos creyentes no están a favor del feminismo o del aborto o de la inclusión sexual? O que con sus simples acciones creen que eso esta bien.

            Es por eso, que es importante escuchar lo que Dios dice en su palabra y Él mismo ha instaurado el oficio de la predicación; para que se predique LEY Y EVANGELIO, para acompañar a los creyentes en esta vida llena de dificultades y ahora de múltiples voces que quieren callar el evangelio, para proclamar el perdón de los pecados.

            Pero es Dios quien escoge a sus predicadores; aunque todos somos real sacerdocio, Dios ha escogido a aquellos que públicamente pueden predicar su mensaje. Pero quizás podamos pensar ¿Qué va a saber mi pastor? – él solo sabe de teología; ¿Qué va a saber Dios de mi y de lo que yo creo?” y si bien, puedo decir sin vergüenza que no se de derivadas o inversiones, o como se mueve la bolsa de valores en estos momentos, se sobre algo que quita todo temor de nuestras vidas.

            Pedro ve al Cristo encarnado, al Dios hecho carne y tiene miedo; y le pide que se aleje de Él; porque la presencia de Dios causa temor; Adán y Eva luego del pecado se esconden de Dios; y ahora Dios esta mediado entre nosotros para en vez de miedo, traernos consuelo; y ese consuelo que quita el temor de nuestras vidas podemos escucharlo en su palabra, podemos recordarlo y vivirlo diariamente en el bautismo; podemos comerlo y beberlo en su cena. La Palabra de Dios deja afuera el temor; y cuando el diablo quiera engañarte y decirte otra cosa; quiera acerté creer que no eres suficiente, que no eres un buen cristiano, que no te estas esforzando todo lo que debes… dile “SOY BAUTIZADO, SOY UN HIJO DE DIOS Y NO TENGO QUE ESCUCHAR TUS MENTIRAS”

            Este mensaje de consuelo nos llama a todos nosotros, el día de hoy, que somos pecadores, que hemos dudado de Dios, que quizás hemos pensado que estamos mejor sin la palabra de Dios o que la palabra de Dios no es suficiente, sino que tengo que agregarle mi propia sabiduría, nos llama al arrepentimiento; a caer rodilla en tierra, a los pies de Jesús, pero en vez de pedirle que se aparte de nosotros… pedirle que nos perdone.

            Y es cuando escuchamos “no temas”, dos palabras que, aunque parezcan simples, son palabras de absolución. Jesús le esta diciendo a Pedro: “Tus pecados son perdonados, ya Dios no esta enojado contigo y ahora puedes venir en pos de mi”. Así como Dios llamo a Eliseo, como llamo a Isaías y le puso carbón en su boca, perdonando sus pecados; así como Cristo – aunque no era pecador – fue necesario que bajara a las aguas del Jordán 1. Para cumplir con toda obediencia, 2. Purificar todas las aguas 3. Darnos la certeza que así como el descendió a esas aguas y Dios vino a él, así también Dios vino en nuestro bautismo; así Dios llamó Pastores, me llamó a mí para ser su pastor y predicarles estas buenas nuevas de salvación; así también los llama a ustedes al arrepentimiento y a confiar en que sus pecados han sido perdonados.

            Al ver la cruz, vemos el perdón de Dios, al ver la cruz, vemos la voz que emana de ella diciéndonos TODO HA SIDO CUMPLIDO, y ahora que todo ha sido cumplido, mi palabra es predicada en medio de ustedes para que reciban los dones de la cruz en los medios de gracia.

            La red ha sido soltada por Dios; que es una de las imágenes que usa Cristo para referirse al reino de los cielos; y es el evangelio quien esta pescando a los hombres. Uno arroja, y es la palabra quien dispone los peces. Porque, así como la palabra ordeno y creó MULTITUDES DE PECES y de seres en la creación, así esa misma palabra creadora sigue CREANDO FE en aquellos que oyen esta palabra.

            Puede que a veces tengamos miedo de escuchar o anunciar el mensaje de Dios en nuestras vocaciones, como le paso a Pedro, pero luego de que Cristo quito toda duda de su corazón, sus piernas hicieron lo que tenían que hacer, arrodillarse y adorar al Cristo encarnado.

            Por eso, nos arrodillamos ante la presencia real de Dios en su cena, no tememos a su presencia, sino que la alabamos porque viene para traernos el perdón.

            Queridos creyentes; ustedes son bienaventurados porque están recibiendo la gracia de Dios; de mano de un hombre pecador que ha sido llamado por Dios para ser siervo de cada uno de ustedes. Estas no son mis palabras; no son mis sacramentos. Son la palabra de Cristo y sus sacramentos, es la iglesia de Cristo y no de una persona. Por eso, son llamados el día de hoy a orar al Señor de la mies a que siga enviando pastores, siga enviando pescadores a lanzar la red del evangelio y recibir con gozo a esa multitud de peces que Dios sigue atrayendo.

            Dios consuela con su palabra y lo que hace el hombre es seguir a Jesús. Él no te llama a que dejes tu trabajo y te vuelvas monje o monja; te llama el día de hoy a que dejes el pensamiento del mundo y lo sigas a él, sigas su palabra que te ha sido predicada el día de hoy y confíes en que tus pecados son perdonados, en el nombre de Jesús. Amén.

Categories SERMONES | Tags: | Posted on julio 5, 2021

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