Cuarto Domingo después de Trinidad

º San Lucas 6: 36-42

 En el nombre del Padre, y del + Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 Hermanos. ¿Cuántas veces hemos oído la lectura de hoy?¿Somos misericordiosos con nuestros semejantes? ¿Qué nos diríamos a nosotros mismos, siendo muy sinceros si nos respondiéramos a esta pregunta?

 Jesús nos enseña que la misericordia debería ser una característica fundamental nuestra, si nos consideramos sus seguidores.

En nuestra misericordia deberíamos saber perdonar y para ello es imprescindible que sepamos amar.

 Jesús nos recuerda al mismo tiempo que nos invita a ser misericordiosos, como su Padre lo es, con cada uno de nosotros. ¿Tratamos a las demás personas de la misma forma que Dios nos trata a nosotros? Sabemos que no y por eso con sus palabras nos está haciendo ver la imperfección que reina en nosotros. Somos personas corruptas que no somos capaces de ser justos como lo es Él con nosotros.

 Siempre estamos juzgando a los otros, criticamos continuamente, aunque sea de pensamiento, eso también cuenta. Y además nuestras críticas son mucho más duras de las que nos hacemos a nosotros mismos. Y seguro que más duras de las críticas que quisiéramos para nosotros mismos, por parte de los demás.

 Es acertadísima esa expresión que utiliza para mostrar que somos ciegos a nuestra imperfección y sin embargo parece que el “otro” tenga todos los defectos que yo creo que no tengo.

 Nos dice que tenemos una viga en nuestro propio ojo…mientras estúpidamente vemos

un gran madero en la paja del ojo de tu hermano.

 ¿Por qué no vemos que Jesús nos está enseñando que los primeros pecados que deberíamos reconocer son los propios… y no los del otro?

 Hermanos…. esto se produce continuamente y hay que orar para que Él lo cambie. Experimentar el poder de la oración, pero…. ¿Qué es orar? Hermanos orar es simplemente hablar con Él. Ofreciéndonos en cuerpo y alma para que actúe sobre nosotros.

 Siempre es más fácil para nosotros ver la paja en el ojo ajeno. En el ojo del otro.

Y aquí no tiene importancia la distancia, en cualquier lugar y situación salen de nuestras bocas… críticas, mentiras e invenciones para intentar creer nosotros mismos que somos fantásticos porque somos mejor que los demás.

Si no reconocemos esto, si no reconocemos la culpabilidad en esto.

Podríamos preguntarnos :

¿Cuántas veces habéis hablado de vuestros conocidos criticando la paja en sus ojos?

¿Cuántas veces reconocemos con humildad mediante confesión la viga en el propio ojo?

 Hay una razón por la cual los cotilleos y críticas a otros son mucho más frecuentes entre nosotros que la confesión de nuestro pecado.

Jesús nos ha expuesto con maestría esta enseñanza para nosotros en el evangelio de hoy.

Pero ¿por qué hacemos esto?

 ¿Por qué proclamamos en voz alta las transgresiones y las faltas de nuestros hermanos y hermanas …sin mencionar ni darles valor a nuestros propios pecados?

 Pensamos erróneamente que todavía podemos salvarnos a nosotros mismos haciéndonos los “buenos” ante los ojos del Señor, intentando hacerle ver que nosotros somos mejor que los demás y que debe contar con nosotros. ¿No sabemos, acaso, que Dios ve a través de los corazones?

¡Que ignorancia más humana! Que suerte tenemos que Dios no se ofende, Él ya sabe lo pecadores que somos y que vamos a continuar pecando. Y Él sí que demuestra su misericordia por nosotros perdonándonos una y otra vez. No podemos ser nunca justos de acuerdo con la Ley solo podemos ser justos a través de la misericordia y la gracia de nuestro Dios fiel.

 Los hombres estamos cegados por el pecado, aunque tengamos ojos que ven y oídos que oyen.

Hermanos, la enseñanza de Jesús es muy importante para nosotros.

 Cualquier persona que se encuentra con la paja clavada en su ojo, debe sin duda también reconocer su ceguera.

Esta es nuestra condición…la de ciegos.

 Pero ¡Alegraos, hermanos!  Sabemos que Solo Cristo es el que da vista a los ciegos,  … a través del don del Evangelio, de su Palabra.

 ¿De qué está hablando Jesús hoy aquí?

 Él está hablando de la Salvación, de tu Salvación.

Estamos tan desesperados por salvarnos a nosotros mismos, cosa inútil, que somos incapaces de, teniendo una viga en nuestro ojo, ni siquiera darnos cuenta.

 No podemos salvarnos a nosotros mismos.

Es cosa inútil porque…… no podemos ayudarnos a nosotros mismos

Ni siquiera sabríamos por dónde empezar si lo intentamos.

 Para Salvación, Jesús es el único en quien podemos confiar.

Jesús es el único que nos puede liberar de nuestra naturaleza pecadora cuya paga, sabemos que es la muerte.

Sólo Jesús puede eliminar la viga de nuestros ojos. Todas las vigas de los ojos de los hombres las llevaba Él mismo.

Él llevó esas vigas nuestras, de todos, al Calvario.

Al Santo Monte ….Gólgota.

Donde Jesús fue clavado en el madero, en la Cruz, una madera empapada de sangre derramada.

La misma sangre derramada que compartiremos , en unos minutos, en la Santa Cena.

Esa Sangre que derramó por darte la vida eterna a ti y a mí.

 Y allí en la cruz del Gólgota, Jesús muere cargado con el peso de todos vuestros pecados… y los de todo el mundo. Presentes, pasados y futuros.

Y en su sacrificio estamos perdonados.

Completamente perdonados.

 Estamos unidos con Cristo en el Bautismo…

Y se nos da el don del Espíritu Santo para mantenernos en la única fe verdadera.

Somos bendecidos con nuestro Bautismo al ser adoptados como hijos de Dios.

Somos bendecidos por la sangre del Cordero.

Somos bendecidos porque podemos ver por la gracia y la misericordia de Cristo.

 Lo que debemos saber es que mientras vivamos aquí, en este mundo la viga va a continuar cegándonos en ocasiones por nuestra naturaleza pecadora.

Debemos continuamente reflexionar , reconocer nuestro pecado y volver a empezar. Esto nos ayudará a perdonar al prójimo y a no exaltar sus faltas.

 ¿Esto quiere decir que no debemos darle importancia a la paja propia u ajena?

¡Por supuesto que no!

 Debemos saber que nuestra vida cristiana, junto con nuestra naturaleza va a ocasionar una lucha continua en nuestra vida. Seremos por momentos justos y por momentos..pecadores, nuestra fe nos ayudará por momentos a ver a través de los ojos de Cristo, pero el maligno siempre va a estar al acecho para meternos esa paja en nuestro ojo para que seamos ciegos, intentando borrar de nuestros corazones dones que a través del Espíritu Santo nos llegan como son el amor, el perdón, la misericordia etc.

 Y aun asi, con esos ataques constantes para que multipliquemos nuestro orgullo, vanidad, envidia, y cosas que te enfoquen a pensar únicamente en uno mismo, sabemos que “Todo lo podemos en Cristo, que nos fortalece”

 Y a que fortaleza se refiere, pues por ejemplo la humildad. La humildad de reconocer nuestros propios pecados , confesarlos y asi ser eliminados por el perdón de Cristo…

Entonces hermanos ¿podemos tener los ojos de Cristo…? Pues, claro que sí, hermanos. Los ojos de la persona que ha venido a servir, no a ser servido.

 Intentar llevar puestos siempre ojos de amor y servicio a los demás.

Simplemente en agradecimiento al maravilloso perdón, la vida y la salvación que hemos recibido…GRATIS.

 Oremos para que el Señor nos quite todo lo que nos ciega y que nos impide compartir amor con los demás, el amor entre cada uno de nosotros, el amor con un desconocido. El amor no excluye, el amor incluye. El amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. El amor nunca deja de ser.

 El amor…. es Cristo. Él nos perdona, y nos enseña a perdonar.

 Asi pues. Estáis perdonados.

 La Gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo, sean con cada uno de vosotros, siempre.

 En el Nombre del Dios Trino +. Amén.

Categories SERMONES | Tags: | Posted on junio 29, 2021

Social Networks: RSS Facebook Twitter Google del.icio.us Stumble Upon Digg Reddit

Responder

close window

Service Times & Directions

Weekend Masses in English

Saturday Morning: 8:00 am

Saturday Vigil: 4:30 pm

Sunday: 7:30 am, 9:00 am, 10:45 am,
12:30 pm, 5:30 pm

Weekend Masses In Español

Saturday Vigil: 6:15pm

Sunday: 9:00am, 7:15pm

Weekday Morning Masses

Monday, Tuesday, Thursday & Friday: 8:30 am

map
6654 Main Street
Wonderland, AK 45202
(513) 555-7856