Sermón del 13 de diciembre

SERMÓN- Confirmación Alfás del Pi

Estimados hermanos que la Gracia y el amor de Dios esté con todos vosotros.

Hoy celebramos el tercer domingo de Adviento, una semana especial dentro del periodo de adviento. Se denomina GAUDETE que quiere decir ALEGRAOS y REGOCIJAOS. Después de dos semanas recordándonos la segunda venida y recordándonos que debemos arrepentirnos por las consecuencias del pecado, en esta semana nos invita a alegrarnos y regocijarnos puesto que Dios nos enseña su voluntad de misericordia hacia nosotros. Y por consiguiente, con este término, nos anima a continuar con la preparación para la solemnidad del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo y la llegada de su amor y misericordia para todo aquel que le siga, a pesar de nuestros pecados.

En la primera lectura de Isaias, habla de esa misericordia hacia su pueblo, incluso emplea claramente la expresión “pueblo mío” los israelitas siguen siendo el pueblo del pacto, a pesar de ser un pueblo tremendamente pecador y únicamente por la misericordia de Dios podía llegar su redención. Aquella cautividad babilónica es una extrapolación a nuestra cautividad actual del pecado. Somos totalmente presos del pecado y solo, por medio de Cristo Jesús podemos liberarnos. Por eso los cristianos celebramos de una manera muy especial, este periodo de Adviento y la Navidad, como la llegada del que nos va a salvar. ALEGRAOS y REGOCIJAOS

Muchas veces juzgamos a los demás negativamente olvidándonos que cada uno de nosotros también cometemos errores desobedeciendo la ley de Dios, incurriendo en el pecado. Para todos, nos es imposible cumplirla por nuestra naturaleza corrupta y pecadora.

De nuestra segunda lectura de hoy, en la epístola de 1 Corintios, podemos sacar la conclusión de que Dios es el único que puede juzgar con verdadera justicia ya que Él es el único que ve a través del corazón de cada uno de nosotros.

Después de leer el evangelio de hoy es curioso recordar dos pasajes que conocemos muy bien que nos puede hacer llamar más la atención sobre lo que en Juan parece una duda sobre la identidad del Salvador.

En Mateo 3:17 donde Dios, en presencia de Juan, desde los cielos pronuncia la presentación de su hijo diciendo “Este es mi hijo amado, en quien me complazco”.

Pero ahí no acaba la cosa en Lucas 1:41 nos dice “Y aconteció que cuando oyó Isabel la salutación de María, la criatura (Juan) saltó en su vientre; y Isabel fue llena de Espíritu Santo”. Juan ya lo había sentido en el vientre de su madre, antes de nacer.

Juan, en el evangelio de hoy, manda a sus discípulos a preguntar a Jesús ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? ¿Podría ser una forma acercar a sus discípulos a Cristo ya que él estaba preso y sabía lo que le venía encima? Quizá sí, ya que como hemos recordado, Juan llego a notar a Cristo desde el vientre de su madre Isabel.

Juan, seria aquel que clamó su voz en el desierto y estaba preparando su llegada.  En Isaias 40:3 se nombra como nos dice Mateo 3:3 “Pues este es aquel de quien habló el profeta Isaias, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.”

Cuando Juan recibiera el mensaje de Cristo con sus mensajeros como testigos de tantas maravillas, recordaría las profecías de Isaias donde hablaba de cojos que saltaban como ciervos Isaias 35:6, de muertos que viven Isaias 26:19 y en Isaias 61:1 donde habla de las buenas nuevas para los oprimidos, los de corazón partido, cautivos y prisioneros. ALEGRAOS y REGOCIJAOS.

Juan, el Bautista, desempeñó un papel único en el plan de Dios.

Juan fue el gran profeta que anunció al Cristo hecho hombre, los anteriores profetas del Antiguo testamento anunciaban al Salvador desde otro prisma, es cierto que en las escrituras del Antigua Testamento Cristo está presente, pero con Juan, Cristo se hace hombre y esta entre nosotros, Dios presente habla, Dios presente anda, Dios presente comparte, Dios presente vive. Dios está presente en cuerpo y alma. Y Él se hace presente desde entonces en la Santa Cena donde nos ofrece su cuerpo y su sangre para perdón de pecados. ALEGRAOS y REGOCIJAOS.

¿Que se veía y se oía con Cristo presente? Los ciegos veían, los cojos podían andar, los leprosos eran limpiados, los sordos oían, los muertos eran resucitados y a los pobres de espíritu se les anunciaba el evangelio. Todas las cosas que suponían dolor para el hombre eran sanadas a través de Cristo y esto que expresamos refiriéndonos al pasado, hoy es vigente, en este momento, en cada instante de nuestra vida ya que, según palabra de Jesús, Bienaventurado es el que no encuentra tropiezo en mí. Bienaventurado es todo aquel que cree en Él.

Es verdad que el saber que tenemos una naturaleza pecadora nos debe hacer estar siempre alerta por que cuando nos descuidamos se nos olvida todo y la fe se debilita, empezamos a dudar, ¿Será verdad que la Palabra me alimenta? Tenéis que saber que cuanto más fuerte es nuestra fe, los ataques del maligno se intensifican, intentándonos hacernos dudar de todo y haciéndonos creer que el dios del mundo te va a proporcionar todo lo que necesitas.

Pero, ALEGRAOS y REGOCIJAOS porque nuestra fe en Cristo nos hace tener un buen escudo que vamos a llevar puesto mientras nos mostremos humildes ante Dios rogándole que nos mantenga la fe que para nosotros es necesaria.

SI SE NOS OLVIDA LA PALABRA, Y NOS RENDIMOS A OBEDECER LA DOCTRINA MUNDANA.NECESITAMOS AYUDARNOS DE LA ORACIÓN DIARIA Y LOS MEDIOS DE GRACIA. PALABRA Y SACRAMENTOS.

Juan, principal testigo de la presentación de Dios a su hijo en el Jordán, parecía dudar. Aunque Juan tenía claro y asi lo presentaba como “el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” pudo como hombre pecador dudar un instante.

La imagen que seguramente se había hecho del Mesías era un Mesías que bautizaría en Espíritu Santo y fuego. Aunque estas palabras eran verdaderamente proféticas quizá Juan esperaba en Jesús otro tipo de Mesías y quizá dudaría, él era un hombre.

Y si Juan dudó, pensar por un momento…… ¿Cómo no vamos a dudar nosotros en momentos de debilidad, cuando creemos que nadie nos apoya, cuando nos sentimos solos? ¿Alguien se acuerda que desde que fuimos bautizados Cristo está en nosotros, y por ello nunca estamos solos? ALEGRAOS y REGOCIJAOS

El otro día estaba escuchando la radio cuando iba en el coche, hablaba una psicóloga de una asociación de protección y cuidado de personas con deficiencias físicas. Le preguntaron que era la deficiencia que peor llevaban algunos de los que pertenecen a dicha asociación. La respuesta fue la siguiente: “los sordociegos”.

Esto me hizo meditar, cuando no se quiere oír la Palabra de Dios y se está ciego a las maravillas que proporciona ver a través de la Luz del Evangelio. Se produce lo peor que puede pasar a una persona. La falta de la Fe Salvadora.

Efectivamente las emociones y sentimientos humanos nos llevan a la incredulidad si la motivación en nuestro caminar por esta vida no es a través de Cristo.

El rey Saúl cayó y desobedeció, el rey David mató y fue adúltero, Pedro le negó tres veces, los apóstoles después del mensaje del maestro de que al tercer día resucitaría, no lo tienen presente y lo ponen en duda ante María Magdalena, podríamos encontrar innumerables ocasiones en las que el hombre aun siendo testigo directo de Dios se aleja de Él.

Pero hoy, queridos hermanos, celebramos ALEGRIA Y REGOCIJO, hoy vivimos en nuestro Oficio la confirmación de Maria y Johannes, dos cristianos convencidos y muy queridos de nuestra grey para la participación plena de la Santa Cena. Dios siga bendiciendo a esta familia en el caminar por el sendero de la fe.

Jesús nos llega repleto de misericordia y amor. Jesús es el cumplimiento de todas nuestras esperanzas. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Pastor José Luis.

Categories SERMONES | Tags: | Posted on diciembre 14, 2020

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