Sermón del domingo pasado

9º DOMINGO DESPUÉS DE TRINIDAD

¿Duermes con paz?

Jeremías 23: 16-29 // Hechos 20: 28-38 // Ev. Mateo 7: 15:23

Salutación: «La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.» (2 Co 13:14)

Hay una leyenda que se habla de un hombre que buscaba trabajo en una finca. Este hombre se dedicaba a cuidar graneros y animales. Y fue ha echar curriculum por las casas del campo. Era un curriculum muy corto, lo más llamativo era una frase que puso: “Duermo con paz”. Un Señor lo contrato para su casa de campo para que le cuidara el granero y sus animales. Y llego un día que vino una lluvia grande, un viento fuerte, con rayos y era peligroso estar afuera de casa. Y este amo preocupado por todos sus animales, fue corriendo para ver que todos estaban a salvo. Y cuando llego al granero, estaban todos los animales salvados y el obrero durmiendo con paz.

Esta historia que acabo de contar nos enseña que, si ponemos nuestro servicio al amo, y no a otras cosas, todo irá bien. Si este hombre no hubiera cuidado bien a esos animales, quizás algunas hubieran muerto. Pero estuvo en su lugar de trabajo, y durmió con paz. Se dice: “Que quien no está haciendo lo que debe hacer, es presa del diablo”. Si no estamos en nuestro lugar, es más fácil de caer en alguna tentación.

Entonces, en el evangelio de hoy. ¿Qué nos encontramos? Vemos tres personajes: el amo o Señor, el mayordomo y los deudores. Normalmente los amos de aquel tiempo, tenían grandes terrenos en diferentes ciudades. Por ello, era necesario poner un mayordomo en cada lugar. Asi velaban por las propiedades del amo, la economía y todo. ¡Era una gran responsabilidad! Y los deudores eran, personas que vivían del alquiler. Aquí en Sevilla en los pueblos, muchas familias tienen propiedades agrarias. Pero se lo dejan en alquiler a empresas para explotar y usar esos terrenos. Aquí es típico, el melocotón, el azúcar, el olivo, las naranjas, etc.

Volviendo al Evangelio, ¿Qué estaba sucediendo? El gran problema era que el mayordomo no llevaba bien la administración del amo. ¿Y qué sucede si trabajas mal en un empleo? Te despiden, me imagino que algunos de los que están aquí habrán sido alguna vez en su vida despedidos o han experimentado que es tener trabajo y ahora ya no lo tienen.

Este mayordomo era malo. No fue por un despiste o mal intencionadamente. Era un mayordomo que robaba al amo y a los deudores. Falsificaba las cuentas. No era serio, era una persona toxica dentro del trabajo. Seguro que alguna vez habrás trabajado con un compañero o habrás estudiado con un compañero toxico. ¿Qué sucede? Que todo el mundo lo evita, nadie quiere estar con él. Es el típico listillo que se aprovecha o el más astuto, que se quiere llevar bien con todos, pero se le ve el plumero desde lejos.

Entonces podemos apreciar, que este evangelio no es tan distinto a nuestra vida. ¿No crees?

¿Pero este evangelio como me afecta a mi? ¿Este evangelio me habla a mí? ¿De qué forma? Quizás pensemos que no somos mayordomos de nada, que pagamos nuestros impuestos correctamente, no tengo deudas. Pero este evangelio va más allá, tiene una enseñanza que nos implica a todos los Seres humanos.

Cuando Dios creó todas las cosas y todas las criaturas, en el sexto día creó a al hombre y a la mujer. ¿Y qué les dijo Dios? Señoread y dominar toda la tierra. Entonces vemos que Dios creó al Ser humano, para que fuese el mayordomo de toda su creación. De hecho, fue la primera orden que Dios puso en el hombre. “Señoread y dominar toda la tierra, y multiplíquense”. Pero este bienestar, este orden, esta armonía entre El amo que es Dios, y el mayordomo, que somos nosotros… acabará mal. El pecado entró al mundo, y con ello todas las cosas que no son de la creación. Dios no creó la muerte, Dios no creó al hombre para sufrir ni estar enfermo. Pero el pecado, rompió esta amistad que teníamos con el amo. Adán y Eva, al desobedecer a Dios y tomar del fruto prohibido, se convirtieron en malos mayordomos.

Y este pecado, queridos hermanos, esta hoy aquí presente en la actualidad. Adán y Eva no fue un cuento, no era una historia inventada para rellenar la biblia. Sino que ocurrió de verdad, y ese pecado ahora lo hemos heredado, tu y yo. ¿Acaso no te das cuenta que eres un mal mayordomo? Fíjate, y mira tu vida. Quizás sea esa persona que tengas deudas hasta arriba y te estas ahogando. Mira como organizas tu casa, que eso parece una jungla a veces. Quizás sea ese empleado que vas a trabajar, pero no seas cuidadoso con las cosas, y no eres consciente de que si te despiden, ya me dirás de que come tu familia todos los días. Los estudiantes no son menos mayordomos que los que tienen un empleo. ¿Te organizas bien? ¿tienes un horario y eres fiel? O vives como los locos que lo dejan todo para el final y después le echas la culpa al profesor porque no te aprobó. ¿Eres una persona que administra bien el dinero o vives metidos en vicios a escondidas?

Piensa hermano, el mayordomo del evangelio no es más pecador que tú. Tu eres pecador al igual que Él, y lo más triste es que no te das cuenta porque no te dicen las cosas en la cara. Como se dice: “Hay que llamar las cosas por su nombre, blanco es blanco y negro es negro”. Nos gusta auto justificarnos para escapar, pero ¿Quién puede escapar de nuestro amo, que es Dios? El hombre pecador es necio. ¿por qué crees que existen tantas religiones? porque el hombre pecador siempre ha querido buscar la justicia por sus propias ideas erróneas. El hombre no quiere ni tiene intención de obedecer a la Palabra de Dios, por eso esto de que tu estés aquí sentado en su Iglesia oyendo su Palabra, es un milagro. Tú no estás aquí porque tu hayas buscado la verdad, sino el Espíritu Santo te ha traído aquí para que tu conozcas la verdad, que es Jesucristo.

El texto del evangelio nos enseña que es imposible servir a dos amos. Y si nos vemos, ¿Cuántos amos tenemos? El dinero, la belleza, los videojuegos, idolatramos a personas…¿Y Dios para cuándo?

Por eso era tan necesario que Jesús viniese aquí a la tierra. El no tuvo dos amos, de hecho, en las tentaciones en el desierto rechazó a Satanás y no se postró. ¿Y nosotros cuantas veces nos postramos ante satanás en las cosas de este mundo?

Hoy es el día, de arrepentirte, hoy es el día para examinarte por dentro y ver que necesitas ayuda. Eres un muerto. ¿Cómo huelen los muertos? Muy mal. Pero el hombre pecador, se echa colonia para aparentar. Y no hay cosa más desagradable que oler mal porque no te duchas y encima lo mezclas con colonia. Tu imagínate un sevillano con estos calores de verano sudando la gota gorda, y encima con colonia. ¡Pobrecito de quien se siente a su lado! ¡tiene el cielo ganado!

Pero querido hermano, ya desde la creación, Dios sabía y conocía que el hombre iba a pecar. Dios sabía que tu ibas a pecar, y que ibas hacer tantas cosas mal y caer en ciertos pecados que te duelen a día de hoy todavía. Por eso, inmediatamente después de la caída, Dios promete un salvador. Dios no va a permitir que su creación se perdiera por culpa de Satanás. ¿Y quién es este salvador? Su nombre es Jesús.

Jesús, es verdadero hombre y verdadero Dios, igual a nosotros, pero sin pecado. Y no bajo y se encarnó de la virgen María para dar un paseo por la tierra. Vino para sustituirte a ti, porque eres un mal mayordomo. Jesús ahora en la cruz, se convirtió en el verdadero mayordomo. Nosotros no pudimos ser buenos mayordomos porque no cumplimos el primer mandamiento, tener a dios como a nuestro único Dios. Jesucristo, fue su hijo, fue perfecto, obedeció a su Padre y cumplió lo que tu y yo no podemos cumplir.

Por eso Jesucristo, se ofreció como un sacrifico perfecto. Su muerte fue un olor agradable para Dios. El acto de amor que encierra su muerte y su resurrección se nos escapa de la mente humana. ¡no tiene sentido!

Jesús por amor a ti, vino aquí a la tierra, para darte la vida eterna. Dios no te pide nada a cambio, solo te pide que tengas Fe en lo que Jesús hizo por ti. La salvación ya es una realidad, hoy podemos tener certeza de seguridad. Ahora ya tenemos un mayordomo que habla bien de nosotros al padre, que es el amo. Cristo que esta sentado a la diestra, no dice lo pecador que eres, sino que eres de su propiedad. Ahora eres siervo del mejor mayordomo que existe. Un mayordomo que paga tus deudas, que perdona todas tus faltas y que habla bien de ti. Y lo más impresionante: Dice que eres suyo, eres de su familia y que a donde esté él tu estarás con Él.

Jesús es el buen administrador, y por eso nosotros los cristianos que venimos a su iglesia podemos ver con nuestros ojos como somos bendecidos por todas las cosas y los medios que nos regala. Porque es cristo presente quien te los ofrece, no el pastor, sino Cristo mismo. ¿No es interesante que el mal mayordomo especifique con los deudores el aceite y el trigo? ¿Esto que puede tener en relación con los sacramentos?

El aceite es aquello que te limpia, sana de tus heridas. Aquí está presente el bautismo aquel lugar donde las aguas purifica y perdona tus pecados. ¿Y el trigo? Es el pan, es el verdadero cuerpo que se entrega cada domingo aquí en su altar para que los creyentes se alimenten y reciban ese perdón que tanto necesitan para vivir.

Queridos hermanos, la vida cristiana es una lucha y una batalla diaria. Por eso también debemos de estar atentos a los posibles ataques del maligno. Aunque nuestra vida sea un constante caer y levantarnos. Tenemos seguridad, de que nuestros pecados son perdonados, que Dios es un amo que tiene misericordia, y que tenemos un mayordomo, Jesucristo, que administra lo necesario para que su iglesia siga adelante en este mundo y siga llevando la buena noticia a todo el mundo. Es alentador saber esto. Este evangelio y estas lecturas de hoy, son escritas para ti, que no te desanimes, Dios te ha traído para un propósito, y tú eres un puente para que otros que no conocen a Cristo, puedan tener la oportunidad de conocerlo por medio de ti. Eres un instrumento muy valioso para dios.

Ahora puedes dormir con paz, al igual que el hombre de la historia. Vendrán tormentas, lluvias, viento y rayos, pero tu estas seguro en un lugar que nada ni nadie te podrá arrebatar de la presencia de Dios.

Por ello, creamos con fe y seamos siervos del evangelio. Que el Espíritu Santo nos ayude y nos guie, y nos fortalezca. Esta obra que Dios un día comenzó en nosotros, dará sus frutos. Y todo esto es gracias a Jesucristo nuestro mediador, nuestro redentor y nuestro fiel y gran mayordomo

Votum: « La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Amén»

Categories SERMONES | Tags: | Posted on agosto 13, 2020

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