Sermón del 2 de febrero

Transfiguración de Nuestro Señor

Mateo 17. 1-9

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Jesús sigue mostrando su Gloria. El Dios encarnado, que vimos en nochebuena en un Pesebre, hoy se manifiesta en toda su Gloria, para mostrarnos que es verdadero Dios, engendrado del Padre desde la Eternidad y verdadero hombre, nacido de la virgen María. Jesús muestra su Gloria antes de bajar al valle de sombra de muerte para morir y darnos el perdón completo de todos nuestros pecados. La gloria de Dios es algo incomprensible para nosotros, hombres pecadores, la presencia de Dios en medio de nosotros nos transforma. Moisés es un ejemplo de esto. Siendo invitado por Dios mismo a estar delante de su presencia, su rostro resplandece por la gloria de Dios; Moisés muestra al pueblo un poco de es gloria en la que se encontraba. Pero era algo aterrador para el pueblo. Porque por causa de su pecado, no podían soportar la cara resplandeciente de Moisés. Tenían miedo de lo que estaba viendo. Por eso, le piden a Moisés que se ponga un velo, para tapar la Gloria de Dios. Y moisés así lo hace, vela la Gloria de Dios, así como estaba velada en el templo, en el lugar Santísimo. Pedro, Santiago y Juan, experimentan en el monte de la transfiguración lo mismo que experimento Moisés, ven la gloria de Dios en todo su esplendor, pero esta vez, velada en la carne del mismísimo hijo de Dios, Cristo Jesús. Juan mismo dijo en su evangelio, que Cristo… “era la luz de los hombres, y la luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” (Jn 1.5b-6). En estas breves palabras, Juan describe toda la vida, pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor. Juan, junto con los otros dos, vieron la verdadera naturaleza divina de Cristo, por un tiempo y solo pudieron sentir miedo de lo que veían. Nuevamente, el ser humano caído y pecador no puede estar delante de la presencia de Dios y estar como si nada. La presencia de Dios causa temor a sus hijos y en Cristo Jesús, ahora sus discípulos, su círculo más cercano, ven completamente la epifanía de Cristo, pero tienen miedo. La cara de Jesús brilla, no como la de Moisés que brilla por el reflejo de la Gloria de Dios, la cara de Jesús brilla con su propia Gloria, y su ropa cambia de color, y resplandece. Porque Jesús es la Luz del Mundo, que vino a disipar toda oscuridad. Pero antes de bajar al valle de sombre de muerte para subir al Gólgota con la cruz a cuesta, el mismo Moisés y el gran profeta Elías, se aparecen y hablan con Jesús. Lucas nos da más detalles sobre esta conversación y dice que hablaban sobre su éxodo. Por el testimonio de las escrituras, sabemos que el éxodo fue la gran obra salvífica de Dios para con su pueblo, que culmina librándolos de la esclavitud de Egipto para luego entregarles la tierra prometida, pero antes tuvieron que peregrinar en el desierto. El éxodo inicia luego de que las tinieblas, y el ángel de la muerte se llevó a todos los primogénitos que no tenían en su casa la marca de la sangre del cordero. El éxodo de Cristo con su pueblo viene marcado con el momento más oscuro para toda la cristiandad, el viernes santo. El mundo se oscureció, las tinieblas triunfaron por un poco tiempo y la muerte se llevó al primogénito de Dios, a Cristo. Satanás pensó que había ganado, que había derrotado al hijo de Dios; no pudo hacerlo cuando nació, no pudo hacer en el desierto, y pensó, que, al fin, en la cruz, había ganado. Pero cuan equivocado esta. Y cuan equivocado está el hombre pecador que también piensa que ha vencido a Dios, que creen que su “gloria” está muy por encima de Dios. Cuantos “grandes hombres” han pensado ser más grandes que Dios y luego han caído. Ve la arrogancia del hombre, que pensaron que habían descubierto “la partícula de Dios”, nombre que le pusieron a lo que ellos llaman “la partícula para crear”, a la partícula que da “masa” a la materia, pensaron que llamándola así habían humillado a Dios. Pero cuan equivocado estaban, esta partícula fue descubierta a partir de cosas que el hombre tuvo que crear con materia que ya existía. Pero la BARAKH, o la creación de Dios es “de la nada” Dios dijo y fueron creado todas las cosas. Y es como aun, el día de hoy, en el desierto de nuestro peregrinaje sigue creando, la fe. Dios sigue golpeando el orgullo humano, sigue golpeando a Satanás, porque no hay nada en él, no hay nada en nosotros que se pueda igualar a Dios. Por eso, el hombre quiere crear su propio Dios, su propio becerro antes de tener que lidiar con Dios. Pero es El mismo Padre, que, durante la epifanía, nos habla dos veces, en el Bautismo y ahora aquí, diciendo “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”, pero ahora agrega otra cosa “a Él oíd”; Oíd esa voz que clama por nosotros, oíd a ese Hijo que tiene compasión de nosotros y va a la Cruz. A ese Cristo que, en medio del dolor, clama “CONSUMADO ES”. Pedro mismo confeso: “¿Señor, a quien iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Esa es la palabra a la que Pedro en su epístola hace referencia, diciendo que más que una visión tenemos la palabra, es la palabra que hoy resuena aquí, esa es la palabra que el día de hoy, transfiguración de nuestro Señor, os llama a cada uno de vosotros de la incredulidad en la que estáis y te dice “OYE, CREE”, es la misma palabra que el día de hoy te dice “por vosotros dado, por vosotros derramado” es la misma palabra que desde las aguas del bautismo te dice “tus pecados son perdonados”. Ese es el poder y el testimonio de la palabra. Que nos da vida, que nos trae la gloria de Dios hoy aquí. Es esa Palabra que nos hace estar delante de la presencia de Dios y no tener un miedo de muerte, pero si un temor reverente ante la presencia de nuestro Señor. Porque es esa misma palabra que escuchamos hoy por la cual los cielos y la tierra fueron creados. Es por medio de esa palabra que ahora Dios crea nuevas criaturas. Todo esto ocurrió al 6to día. Y el día seis (6) fue el día de la creación del hombre, Cristo se transfigura en ese día para mostrar que lo que habíamos perdido, y que ahora él lo va a crear nuevamente, y es el día de la gloriosa resurrección donde todo es creado de nuevo. Donde Cristo resucita con un cuerpo glorificado, con el cuerpo de la transfiguración, y él promete que tu y yo, sus redimidos lo tendremos también, cuando venga en gloria a juzgar a los vivos y a los muertos. Ese Cristo que hace todas las cosas nuevas, sigue viniendo a nosotros, su gloria sigue en medio de nosotros por medio del agua, del pan y vino que ligado a su palabra nos traen perdón de nuestros pecados. Hoy, tú y yo, sin miedo, podemos decir como Pedro, pero con Fe “es bueno que estemos aquí” es bueno recibir el perdón de Dios, y es bueno, para poder luego bajar del monte donde nos encontramos, para ir al mundo y seguir llevando la gloria de Dios a otros. En la Transfiguración de nuestro Señor hay un gran consuelo y esperanza para cada uno de nosotros, somos redimidos por la Sangre de Cristo, tú que habitas ahora por un tiempo en la carne caída, ahora sabes que tú Señor tomó carne para salvarte, cuerpo y alma. Y esa misma carne ascendió y esta sentada a la diestra de Dios. Al verlo ahora por fe, ha prometido que pronto series transformado Recibiréis un cuerpo celestial, un cuerpo inmortal e imperecedero. Y morareis en el Paraíso eterno, en la nueva creación de nuestro Señor. Ahora, bajamos del monte de la transfiguración para caminar hacia la cruz, pero no temáis, vuestro Dios esta contigo y te muestra el camino. Así como lo hizo con Israel en el desierto, su nube y su fuego nos siguen acompañando ahora en su Palabra. Ha ese único Dios y Sabio Dios, sea toda la honra y gloria, poder y autoridad por siempre y para siempre. Amén. Y que su paz que sobrepasa todo entendimiento humano guarde vuestra mente y corazón, en Cristo Jesús, nuestro Señor. Amén

Categories SERMONES | Tags: | Posted on febrero 4, 2020

Social Networks: RSS Facebook Twitter Google del.icio.us Stumble Upon Digg Reddit

Responder

close window

Service Times & Directions

Weekend Masses in English

Saturday Morning: 8:00 am

Saturday Vigil: 4:30 pm

Sunday: 7:30 am, 9:00 am, 10:45 am,
12:30 pm, 5:30 pm

Weekend Masses In Español

Saturday Vigil: 6:15pm

Sunday: 9:00am, 7:15pm

Weekday Morning Masses

Monday, Tuesday, Thursday & Friday: 8:30 am

map
6654 Main Street
Wonderland, AK 45202
(513) 555-7856